jueves, 4 de noviembre de 2010

¿EXISTE LA NACIÓN CATALANA?

¿EXISTE LA NACIÓN CATALANA?

Hace escasamente dos días la televisión nos ofreció un espectáculo penoso, ridículo y lamentable. Un conocido político catalán, de cuyo nombre no quiero acordarme, como decía Cervantes refiriéndose al lugar de residencia de D. Quijote, comentaba la llegada del Papa Benedicto XVI a Barcelona, y, con motivo de tan fausto acontecimiento, el político catalán quiso resucitar nuevamente sus ensoñaciones, que no realidades, de una nación catalana, para que los nacionalistas de su grupo se empaparan bien del tipo de territorio en que vivían, y llevado, sin duda, de su pasión nacional-catalanista también se atrevió a decir que el Papa tenía que saber que venía a visitar “una nación”, y, recalcó, porque Cataluña es “una nación”, y siguió, con el rostro un tanto desencajado y gesticulando con brazos y manos como para dar más énfasis a sus palabras, que Cataluña no era… no era, y parecía que no sabía qué decir, hasta que soltó, moviendo las manos con frenesí, que Cataluña no era una región… periférica… mediterránea… ¡Qué muestra de erudición! ¡Qué esfuerzo mental para no pronunciar la palabra ESPAÑA!
Parece mentira que una persona que tiene el aspecto de ser un hombre culto, educado e instruido se empeñe en manipular la historia, en querer que Cataluña sea ya lo que no ha sido, no es, y posiblemente no sea nunca, y pretender, además, que el Papa asuma el desvarío de que Cataluña es una nación.
Me pareció patético aquel hombre que, aunque nacionalista, siempre me había parecido moderado, pero me di cuenta de que yo estaba equivocado, que el nacionalismo es tan nocivo como las drogas y trastorna la mente de las personas hasta instalarlas en la incoherencia, la mendacidad y el desatino, aunque éstas sean cultas y educadas.
Cataluña es una región española, nunca ha sido ni reino ni nación, sus pobladores son españoles, y sus documentos oficiales (DNI, pasaporte, etc.) los emite el Reino de España, y estas personas no tienen que tener ningún complejo de inferioridad, pues el resto de españoles siempre hemos considerado a los catalanes como gente industriosa, trabajadora y seria, que se han desarrollado y vivido dentro de la cultura cristiana occidental, como siempre ha ocurrido, desde los visigodos, en todos los pueblos de esa gran patria que llamamos España, sin tener en cuenta los condados, los ducados, los marquesados o los reinos. ¡Todos somos españoles… y basta!

4 de noviembre de 2010

Luis de Torres

No hay comentarios: