sábado, 13 de febrero de 2010

LA LÍNEA QUEBRADA DEL SOCIALISMO

LA LÍNEA QUEBRADA DEL SOCIALISMO

Hace ya muchos años, cuando yo aún creía en la rectitud y firmeza de criterio de los políticos, tenía el convencimiento de que el socialismo había nacido con la idea profunda y noble de defender al obrero, al campesino, al proletario y a todos aquellos que no tenían más patrimonio que sus manos y su físico, y que esa idea era una línea recta, continua, inmutable e inmarcesible.

Pasaron los años y el paisaje que íbamos contemplando los españoles empezaba a tener otros colores, que no eran tan luminosos ni tan cálidos como cuando las políticas idealistas se pregonaban y pronto anidaban en el corazón de los humildes y desheredados, sino que, incomprensiblemente, tenían tintes grises, oscuros, desvaídos y borrascosos. Muchos empezamos a pensar que la geometría de izquierdas estaba cambiando, que aquella línea recta, la que nos presentaba el socialismo entre rosas rojas y puños en alto, se estaba torciendo, tomaba otros derroteros, cambiaba de rumbo, y se convertía, poco a poco, en una línea quebrada y errática, que, además de no dirigirse hacia una meta definida, se iba alejando de los postulados primitivos de ayuda y amparo para la clase trabajadora.

Me vienen a la memoria estas reflexiones porque este nuevo año estamos sufriendo los trabajadores y los jubilados y pensionistas otra oleada de dislates del partido en el gobierno, que cada vez se aleja más de su supuesta línea programática. Ahora, nos encontramos con los siguientes problemas:

-Que la subida de las pensiones, que anunciaron que era de un escuálido uno por ciento, se ha convertido por un malabarismo político-económico-financiero en una bajada real de tales pensiones, ya que la retención del IRPF se ha elevado considerablemente, y el resultado final es una minoración del importe que recibe el jubilado o pensionista, a pesar de lo cual el Sr. Ministro de Trabajo informa a los receptores de pensiones, mediante carta de enero de 2010, que “el poder adquisitivo queda plenamente garantizado y mejorado.” Me quedé perplejo. ¡Los pensionistas íbamos a cobrar menos, pero el poder adquisitivo iba a mejorar! ¿En qué Facultad de Ciencias Económicas se estudia esta singularidad?

-Que, al mismo tiempo, comenzaron a llegarnos noticias sobre la posibilidad de que la edad de jubilación se extendiera más allá de los 65 años, quizá hasta 70, o en el término medio de los 67, diciéndonos que este cambio en la edad de jubilación era necesario para que se generaran suficientes fondos en la caja de la Seguridad Social para poder pagar una pensión a los trabajadores que actualmente están en activo. Esta nueva forma de pensar del gobierno socialista ha encontrado una fuerte oposición entre trabajadores y sindicatos, y también en algunos partidos políticos, pues lo más conveniente, en vez de alargar la edad de jubilación, sería crear puestos de trabajo, para que tengamos más cotizantes y aumenten los ingresos en la Seguridad Social, y después, si alguien quiere seguir trabajando hasta los 67 años, pues que se le permita hacerlo, otorgándole algún incentivo fiscal o de otro tipo.

-Que, contrariamente a lo que se pueda pensar, la línea quebrada del socialismo en lo referente a ayuda a trabajadores y jubilados y protección de la jubilación, comenzó hace ya varios años, pues no se puede olvidar que en el año 1994, durante el mandato de Felipe González, se publicó el Real Decreto Legislativo 1/1994, de 20 de junio, por el que se aprobaba el Texto Refundido de la Ley General de la Seguridad Social, en cuya disposición transitoria tercera, en su norma 2, del apartado 1, se confirmaba la reducción de la pensión en un 8% por cada año o fracción de año que le faltara al trabajador para cumplir los sesenta y cinco años de edad, sin tener en cuenta cuántos años había cotizado. Con la citada disposición, que tenía el beneplácito del gobierno socialista y la satisfacción de las grandes empresas, se cometió un infame y perverso atropello a los trabajadores, pues se daba la paradoja, a la par que un tremendo agravio comparativo, de que una persona que hubiera cotizado 40 o más años, a la que hubieran obligado a jubilarse a los 60 años, perdía un 40% de su pensión durante el resto de su vida, mientras que otra persona que sólo hubiese cotizado 15 años, pero que se jubilara a los 65 años, recibía el 100% de la pensión que le correspondiera. Y para colmo de tanta injusticia parecía haber una connivencia entre gobierno y empresas para que éstas justificaran la extinción del contrato de trabajo como una decisión libre y voluntaria del trabajador, cuando en la inmensa mayoría de los casos la prejubilación, quizá por encima del 90%, se llevaba a cabo mediante acciones coercitivas e impositivas, tendentes a anular la libre voluntad del trabajador cuando éste prefería seguir en su puesto de trabajo.

-Que, a este respecto, hay que mencionar el documento que figura en el diario del Congreso de los Diputados, de fecha 21 de febrero de 2006, con número de expediente 162/000250, que contiene una Proposición no de ley sobre la actualización de la cuantía de las jubilaciones anticipadas al cumplir los 65 años, que fue aprobada por unanimidad, ya que se emitieron 310 votos y todos ellos fueron a favor de la citada proposición, la cual la defendieron varios parlamentarios con vigor y claridad por considerar los coeficientes reductores injustos, discriminatorios y causantes de una penalización que recaía sobre miles de trabajadores que no habían hecho nada para merecer semejante castigo y semejante quebranto. Y en la citada Proposición no de ley se puede seguir leyendo lo siguiente: Sobre esto saben mucho los prejubilados de algunas empresas, sobre todo de algunas importantes…que fueron conminados de alguna manera a prejubilarse de múltiples formas, como, por ejemplo, una degradación del puesto de trabajo u otras cosas similares.

-Que la citada Proposición no de ley ya lleva casi cuatro años en el baúl de los recuerdos, que la votaron a favor todos los representantes de los grupos políticos, incluidos los socialistas, pero que éstos, olvidándose una vez más de la protección al trabajador y siguiendo la zigzagueante línea quebrada que han adoptado, no han hecho nada todavía para resolver el problema, pensando que quizá la mejor solución esté en dejar que pase el tiempo y que Átropo, la parca, corte el hilo de la vida de las víctimas inocentes de aquel castigo que supuso la introducción de los coeficientes reductores.

Y ahora, para colmo de desdichas y de males, la equivocada gestión socialista, que no supo o no quiso poner orden en la frenética locura del crecimiento urbanístico, ni en la desmesura financiera en el mismo sector, más algunos problemas que nos llegaron del exterior, ha dado como penoso resultado la estremecedora cifra de más de cuatro millones de parados, una economía estancada y una muy lejana posibilidad de alcanzar la recuperación y la estabilidad de España.

13 de febrero de 2010

Luis de Torres