domingo, 8 de septiembre de 2013

LAS ILUSIONES ROTAS

Ayer una gran mayoría de españoles recibió con sorpresa la noticia de la eliminación, en la primera ronda, de la candidatura de Madrid para ser la sede de los Juegos Olímpicos del año 2020, y buena parte de España, entre la incredulidad, la perplejidad y la extrañeza por tan inesperado resultado, no podía entender que una candidatura tan elogiada, tan alabada y tan profundamente respaldada por autoridades, deportistas, instituciones y personajes de gran talla y relieve, pudiera haber sido desbancada de forma tan rápida y despiadada.

No quiero caer en el chauvinismo y declarar que la candidatura de Madrid 2020 era la mejor, que las instalaciones presentes y futuras son y serían, asimismo, sobresalientes sobre las de otras candidaturas, y que el esfuerzo de Madrid ha sido superior al de las otras ciudades, pero tampoco puedo admitir la humillación que se nos ha hecho, porque pienso que, al menos, Madrid está al mismo nivel que las otras ciudades. Entonces, ¿por qué se eliminó a Madrid tan fulminantemente?

No sé las razones que se tuvieron en cuenta para llevar a la práctica la desafortunada eliminación de Madrid en la primera votación, pero sí creo que las ideas políticas y religiosas, la influencia de algunos lobbies, la afinidad o desacuerdo entre naciones, y alguna otra circunstancia, pudieron introducir alteraciones o modificaciones en el resultado final. No hay que olvidar que las votaciones en el seno del COI, mediante voto secreto, dan al funcionamiento de esta institución un halo de oscurantismo, que algunos pueden considerar beneficioso, pero que otros lo entendemos como falta de transparencia, apertura y comunicación. Asimismo, la primera y nefasta votación donde sólo obtuvimos 26 votos nos descubrió que tenemos más enemigos que amigos, y que también fuimos víctimas de la traición de algunos que, supuestamente, nos iban a ayudar.

Quiero dejar constancia que la culpa de la eliminación no la tiene nadie, repito, nadie, de las muchas personas que trabajaron para sacar adelante la candidatura olímpica, porque estoy seguro que todos pusieron de su parte su mejor saber y entender y que lo hicieron con ilusión, entrega y esfuerzo.

Y finalmente quiero pedir a las autoridades de Madrid, las actuales y las futuras, que se olviden durante algún tiempo de presentar su candidatura para organizar unos Juegos Olímpicos, a menos que en el futuro se modifiquen las normas del COI y exista mayor claridad en la designación de la ciudad aspirante. Mientras tanto, estoy seguro que Madrid y el resto de España seguirán logrando éxitos deportivos no sujetos a votaciones absurdas. Soy español y madrileño, por mis venas corre sangre madrileña de varias generaciones y deseo lo mejor para Madrid y para el resto de España.. Las Olimpíadas, según parece, no son lo mejor…

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